Hay un lugar para vos

En algún momento, uno tiene que darse cuenta de ésto. Y ese “vos” sos vos mismo o vos misma, soy yo mismo, es cada uno de nosotros/as. Saber que existe un lugar para mí, es un hecho fundamental en mi vida. Mucho más importante que si alguna presidenta o presidente, si algún rey o reina. Pero no te creas que es tan fácil como parece, che pibe o piba. Saber que hay un lugar para vos, es algo que lo vas a tener que ir descubriendo por vos mismo o por vos misma. Y yo te diría más: es algo que vas a tener que ir construyendo vos mismo o vos misma, ya que a fuerza de vivir en sociedad, te fuiste haciendo a un lado, te fuiste dejando en último lugar.

Porque los demás, porque el altruísmo, porque la culpa, porque yo que sé, tuviste que adaptarte, tuviste que ir dejando de ser quien sos, para que te quisieran, para que pudieras tener un lugar en tu familia, en el barrio, en el colegio, en el trabajo.

Pero de pronto de tanto enajenarte, de tanto no ser vos, te fuiste sintiendo tan mal, que empezaste el camino de vuelta. De algún modo, te diste cuenta de que solamente podías ser la persona que sos, y no otra persona. Esto que te cuento, no te lo digo porque lo haya leído en algún libro o alguien me lo haya dicho.

Más bien es algo que me di cuenta ayer, con todas las letras. Viste, así como te lo cuento. Me di cuenta, mientras estaba viendo televisión a la noche, que era yo otra vez. Era yo de nuevo, así como te lo digo. Me sentí exatamente como era cuando tenía 17 años.

Me vino una paz tan grande, que es por eso que te cuento estas cosas. No te las diría si no creyera que te pueden hacer bien. Me sentí tan bien, me siento tan bien. Ya no siento más que deba ser alguien importante, ser nombrado como una persona más importante que las otras.

Me siento bien siendo como soy, el mismo pibe que quería un país sin hambre, sin violencia, sin dominación. El mismo pibe que quería tener amigos, una novia, ser feliz. Hoy tengo muchos más años que entonces, pero me siento de esa misma forma. De pronto me dejé venir, o fui haciendo mi camino de vuelta. Creo que fue un poco de cada cosa. Al mismo tiempo me fui trayendo, y me fui dejando venir.

Deixe uma resposta