Por Isaac Bigio, de Londres – Leonel Fernández (presidente dominicano en 1996-2000 y 2000-2004) ganó un tercer mandato. El está a mitad del camino político entre Chávez y Uribe, con quienes comparte ser los únicos gobernantes latinos que han sido re-electos con más del 55% de los votos en primera vuelta.
El fue candidato a la vicepresidencia de Juan Bosch, a quien antes los EEUU lo vieron una amenaza como hoy lo ven a Chávez y por ello en 1965 mandaron tropas a dicho país contra él. El partido de la liberación dominicana (PLD), que fundaron Bosch y Fernández, proclama tener un programa inspirado en el marxismo y una estructura de cuadros tipo leninista.
Empero, el PLD se ha movido desde plantear una liberación nacional anti-EEUU hacia postular la liberación de su mercado y firmar un TLC con EEUU. Su evolución se asemeja a la del APRA peruana o Liberación Nacional de Costa Rica que abandonan el estatismo y el proteccionismo creyendo que en la globalización hay que alentar la gran inversión privada. Empero, ellos aún mantienen una fraseología centro-zurda distinta a la de Bush o Uribe.
Bush y Bosch
Los partidarios de los dos George Bush y de Juan Bosch han ocupado riberas geográficas y políticas opuestas en el Caribe. Los Bush han liderado a la derecha mundial estando en la casa blanca en 1981-1993 y desde el 2001.
Juan Bosch fue el principal líder izquierdista caribeño después de Fidel. En 1963 se convirtió en el primer presidente dominicano de izquierda. El duró solo 7 meses en el cargo (pues EEUU apoyó su derrocamiento) y luego él perdió 5 subsiguientes elecciones presidenciales.
Empero, los dos partidos que él fundó (el PRD y el PLD) se alternan en el gobierno desde 1992 y en las elecciones de mayo se repartieron entre ellos más del 90% de los votos. Leonel Fernández, quien fue vice de Bosch, ha ganado su tercer mandato.
Pese a que los bushistas promueven el unilateralismo y los boshistas han sido víctimas del intervencionismo militar de EEUU en su país en 1965, las distancias entre ambos se han ido acortando. Fernández hoy empuja a los antiguos revolucionarios hacia el nuevo liberalismo y a firmar TLC’s con Washington.